La caída y el resurgimiento de la economía del desarrollo, una reseña a uno de los capítulo de los libros clásicos de Paul Krugman
Krugman, Paul (1997)
“La caída y el resurgimiento de la economía del desarrollo” en: Desarrollo, Geografía y Teoría Económica,
Editorial Antoni Bosch. Barcelona España, pp. 3-30.
Por Carlos Rojas Arenas, administrador del BLOG. Ing Industrial, Esp Gestión Regional del Desarrollo, Esp Gerencia de Recursos Humanos, Ma, Estudios sobre Desarrollo. Actualmente Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Casanare - Colombia
Por Carlos Rojas Arenas, administrador del BLOG. Ing Industrial, Esp Gestión Regional del Desarrollo, Esp Gerencia de Recursos Humanos, Ma, Estudios sobre Desarrollo. Actualmente Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Casanare - Colombia
En
esta conferencia Krugman realiza una interpretación de la evolución, decadencia
y resurgimiento de dos disciplinas económicas relacionadas entre sí conceptualmente
y coincidentes desde el punto de vista histórico, la economía del desarrollo y
la geografía económica. Estas dos corrientes económicas surgieron después de
los años 40 y soportaron su existencia en el supuesto de que “la división del trabajo se ve limitada por
el alcance del mercado, pero el alcance del mercado, a su vez, también se ve
afectado por la división del trabajo” (Pg. 5). Esta relación permite inferir que la localización de las actividades de
valor agregado como la industria en determinados países puede obedecer a una
circularidad acumulativa y que por consiguiente se va a observar una mayor
concentración de estas actividades en determinadas regiones. Es decir, que existe un reforzamiento de la
actividad industrial en determinadas ubicaciones consecuencia de la limitación
existente entre división del trabajo y el mercado. Sin embargo, estas
disciplinas no lograron llegar a ser generalmente aceptadas por la corriente
principal de la economía, debido principalmente a la falta de rigor y de un
modelo adecuado para hacer explícita la relación de la estructura del mercado.
No obstante, el viraje “actual” de la ciencia económica ha permitido que se
recuperen buena parte de las ideas y postulados de la economía del desarrollo y
sus preceptos sobre externalidades, complementariedad estratégica y desarrollo
económico.
Una
primera aproximación a estos postulados fue precisamente la teoría del gran
empujón de Rosenstein – Rodan. Este modelo se centraba en el postulado de que para
salir del estancamiento es necesario un gran empujón en capital a través de la
generación de indivisibilidades en el mercado de la inversión. Entre otros,
pero de manera representativa, la infraestructura constituía un mecanismo para
ejecutar el impulso. En buena medida las externalidades comentadas en este
modelo fueron subestimadas. “El modelo del gran empujón se puede ver como una
demostración minimalista del papel potencial que las externalidades pecuniarias
tienen sobre el desarrollo, de las condiciones necesarias para que se den
externalidades y de lo que un modelo de externalidades debe incluir” (Pg.
14). Entre otros, no se contemplaba los
beneficios de pasar de un sector tradicional de producción a un sector moderno
de producción. De igual manera no se contemplan las externalidades ocurridas
por factores tecnológicos. Por otra parte las externalidades en este modelo
solo se dan si existen economías de escala de producción y si el sector moderno
tiene la capacidad de atraer trabajadores de un sector tradicional que paga
salarios más bajos. En resumen, “es la interacción entre las economías de
escala internas y una oferta elástica del factor de producción (trabajo) lo que
da pie, de hecho a las, a las externalidades” (Pg. 15). Por último, debido al
no tratamiento adecuado de la estructura del mercado, especialmente por la
existencia de economías de escala no aprovechadas en el sector moderno, lo que
con lleva a la modelización de este sector como imperfectamente competitivo, y
al no tratamiento del modelo como un modelo tratable[1]
de competencia imperfecta, el enfoque del gran empujón dentro del contexto de
una teoría más general de alto desarrollo[2]
terminó siendo un fracaso.
Durante
este periodo los enfoques relacionados con la existencia de externalidades
atribuían este hecho a las economías de escala como las claves de aquellas. Por
ejemplo, “Fleming (1954) presentó un análisis de la naturaleza de las
externalidades en el marco del desarrollo, que se centra muy claramente en la
interacción entre la oferta de factores y las economías de escala y, a
diferencia de Rosenstein – Rodan, también pone de manifiesto claramente que el
argumento a favor de la coordinación no se sostiene sin los dos supuestos
anteriores” (Pg. 18). Por su parte la percepción de vínculos hacia atrás y
vínculos hacia adelante de Hirschman, inmersamente llevan el requisito de la
existencia de unas economías de escala mínimas para su posible realización.
Aunque no es explícito, el enfoque de Myrdal sobre el papel de la causalidad
circular y acumulativa pareciera dar un papel representativo a las economías de
escala. Para Krugman, el enfoque de “la teoría del alto desarrollo hacia 1958,
tenía como uno de sus conceptos centrales la idea de que las economías de
escala a nivel de la empresa individual se traducían en rendimientos crecientes
a nivel agregado por la vía de las externalidades pecuniarias” (Pg. 18). Otros
enfoques de gran importancia dentro de los modelos contemplados dentro del
contexto de la economía del desarrollo tienen que ver con la elasticidad de la
oferta de los factores de producción como el trabajo y el capital, y su
importancia para llevar a cabo una explicación de la existencia de procesos de
desarrollo a través del aprovechamiento de las externalidades.
De
todos estos enfoques el que más ha generado discusión y confusión, según
Krugman, ha sido el modelo de vínculos hacia atrás y hacia delante de
Hirschman. En este modelo, una empresa crea un vínculo hacia atrás cuando su
demanda permite que una industria que la provee se establezca a, por lo menos,
la escala económica mínima. El vínculo hacia adelante involucra una interacción
entre escala y tamaño de mercado y se producen o surgen especialmente en el
contexto de industrias que producen bienes intermedios. El enfoque del gran
empujón es interpretable como la existencia de un vínculo hacia atrás entre
bienes, de tal forma de tal forma que la producción de cada bien en el sector
moderno aumenta el mercado de todos los demás productos. Los enfoques que
involucran vínculos hacia adelante son más complicados de modelizar y están más
relacionados con la producción de bienes intermedios. En este sentido,
Hirschman sugiere que los esfuerzos para desarrollarse deben concentrarse en
unas pocas industrias estratégicas en lugar de buscar un gran empujón en la
economía en su totalidad y que esas industria se podían identifica examinando y
evaluando las tablas de insumo – producto. No obstante, Krugman argumenta que
los postulados de la teoría de Hirschman dependen inmensamente de las economías
de escala en el sector moderno y que es mejor ver los vínculos como una frase
particularmente evocadora referida a las complementariedades estratégicas que
surgen cuando bienes individuales son producidos sujetos a bienes de escala.
Krugman
afirma que todos estos modelos sucumbieron o expiraron principalmente por la
falta de rigurosidad en los planteamientos matemáticos que los sintetizaban, es
decir en su modelización. Una característica fundamental fue la irreconciliable
relación entre las economías de escala con una estructura de mercado
competitiva. En este sentido, lo que se requería era “establecer algunos
supuestos peculiares para poder utilizar los instrumentos desarrollados por los
teóricos de la organización industrial en los años setenta para pensar sobre
estos temas” (Pg. 26). En un contexto económico dominado por los modelos, la
teoría del desarrollo vio debilitadas y aisladas sus posturas, debido al no
modelamiento de los preceptos de dichos enfoques. Lo irónico, señala Krugman,
está en que la teoría del alto desarrollo era correcta. Es decir, “que los
temas poco convencionales presentados por los teóricos del desarrollo – el
énfasis puesto sobre la complementariedad estratégica en las decisiones de
inversión y sobre los fallos de coordinación – realmente identificaron posibilidades
importantes que son ignoradas en los modelos de equilibrio competitivo” (Pg.
29).
El
enfoque teórico de estos modelos se basó, no explícitamente, en el hecho de que
la complementariedad estratégica jugaba un papel clave en el desarrollo; las externalidades
surgían de una relación circular en la que la decisión de invertir en
producción a gran escala dependía del volumen del mercado, y el volumen del
mercado dependía de la decisión de invertir. De esta manera, la creación de externalidades tecnológicas o pecuniarias, van a ser
fundamentales en la explicación de los modelos de economía del desarrollo a
pesar que desde la perspectiva de estos no se lograra explicar el desarrollo en
sí, ni tampoco la existencia de actividad empresarial en ciertas ubicaciones. Más
allá, y parafraseando a Krugman, de los cuestionamientos y de las críticas, la
economía del alto desarrollo obedecía a la lógica y esta lógica era correcta.
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