Emprendedores en la era digital
El comercio electrónico o ecommerce, ha sido uno de
los sectores que ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos
años, especialmente durante y pos pandemia, en todo el mundo. En Colombia, el
incremento del ecommerce ha sido impulsada por el crecimiento de la población
conectada a internet y la expansión de las redes de pago.
Según la Comisión de Regulación de Comunicaciones el
75,7% de la población Colombia, es decir 39.34 millones de personas, ya accede
a internet. Por otra parte, de acuerdo
con la Superintendencia Financiera, de los 14.367 millones de operaciones
financieras realizadas en el 2022, el 72% de estas se realizaron por el canal
digital, principalmente la banca móvil, 59%, e internet, 13%, logrando
movilizar un total de 7.99 billones de pesos entre estos dos canales.
Como se ha demostrado, el acceso efectivo a Internet ayuda a cerrar la brecha tecnológica, comercial, educativa y de otras dimensiones, entre las personas y las regiones, mejorando los niveles de inclusión social y económica en el país. Así mismo, en la medida que más empresas adoptan tecnologías digitales y más personas tienen acceso a internet, se amplían de manera importante las oportunidades de crecer en negocios que tienen potencial relevante de crecimiento en formato digital.
De acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio
Electrónico CCCE, en el 2022 se registraron $55,17 billones de ventas en línea,
evidenciando un crecimiento de 38,4 % en comparación con el 2021, año en
el que las ventas online ascendieron a $39,9 billones. A la par, el número de
transacciones en línea ascendió a 332,4 millones, reflejando un incremento de
22.1% frente al 2021, periodo en el que se transaron 272,3 millones de ventas
en línea. Del mismo modo, en lo referente a las transacciones digitales, que
involucra las ventas en línea más el recaudo, se registraron 692,2 millones de
transacciones, distribuidas, según la CCCE, de forma balanceada entre los
componentes de recaudo (servicios públicos más impuestos) y ventas en línea. En
cuanto al valor, estas transacciones ascendieron a COP 455,4 billones reflejando
un incremento de 34,1% y 81,8 % comparando con el 2021 y 2020 respectivamente.
Estos datos son un reflejo de la manera en que han cambiado
las formas de actuación comercial, trámites públicos, operaciones financieras y
de otros sectores afectados por la apropiación de conocimiento por parte de los
colombianos sobre las herramientas digitales que se encuentran disponibles en
el mercado.
Por su lado, las industrias 4.0, o de la cuarta
revolución industrial (El Big Data y las analíticas de la IA, computación
en la nube, realidad aumentada (AR), Internet de las cosas (IoT), Fabricación
aditiva/Impresión 3D, robots autónomos, simulación/gemelos digitales, ciberseguridad),
están transformando las formas de producción y distribución de las empresas, y
por supuesto la economía, mejorando la eficiencia de sus procesos, reduciendo
costos y aumentando la calidad de sus productos y servicios. De acuerdo con el
índice de madurez digital IMDV 2021, apenas el 37% de las pequeñas empresas
evidencian señales de madurez digital. Para el caso de las grandes empresas y startups,
los índices son del 57% y 62,4% respectivamente. Esta medida evidencia la
importancia de ejecutar acciones, desde varios ámbitos, para superar el rezago
que en materia de transformación digital enfrentan las pequeñas empresas, que a
su vez impide aprovechar su potencial de crecimiento.
En consonancia con
lo anterior, el ecommerce ha permitido a las empresas colombianas,
especialmente a las micro y pequeñas, valiéndose de la estructura logística de
marketplaces y empresas de incidencia global, llegar a mercados de significativo
tamaño como los Estados Unidos y Europa, a través de diferentes formas que
ofrecen dichos marketplaces y empresas. Por ejemplo, en Casanare, de acuerdo
con la dirección de internacionalización de la cámara de comercio, se tienen
identificadas 58 microempresas, pueden ser más, que están exportando a Norteamérica,
Europa y Suramérica a través de estas plataformas y del mecanismo Courier.
Asumir el comercio electrónico, y hacer uso efectivo de los elementos de
la industria 4.0, es fundamental para el crecimiento competitivo de las
empresas y la economía regional y nacional. No se puede concebir el desarrollo
comercial de los negocios, y por consiguiente su competitividad, independientemente
de su tamaño, si no se ha asumido una dimensión digital de los mismos.
Incorporar estos elementos en la operación de los negocios será definitivo para
que las micro y pequeñas empresas pueden asumir la competencia y aprovechar las
bondades de acceder a un mercado global interconectado.
Sobre esta realidad, la Cámara de Comercio de Casanare diseñó dos importantes
programas: Plan Ecommerce y Emprendedores 4.0, conducentes a que comerciantes y
empresarios de Casanare adquieran aptitudes que les permitan aprovechar los
instrumentos tecnológicos disponibles en el mercado e implementarlos en sus
negocios para mejorar ventas y aumentar productividad.
Fuente: Archivo Cámara de Comercio de Casanare
Sin lugar a dudas, la economía, especialmente el comercio, está viviendo una etapa de transición hacía formatos digitales. Adquirir conocimientos en esta área y llevarlos a la práctica en los negocios, es una condición necesaria para mantener un nivel competitivo adecuado en los contextos actuales. El mercado no da espera.
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