Mujeres, líderes empresarias de Casanare
Quiero
destacar un tema de vital importancia en nuestra actual sociedad: el rol de la
mujer en el mundo de los negocios. En un sistema económico cada vez más
globalizado, y en constante evolución, reconocer y valorar el papel fundamental
que desempeñan las mujeres es esencial para el progreso y éxito de nuestras
empresas y comunidades.
Durante
décadas, las mujeres han luchado incansablemente para superar barreras y
estereotipos de género que les han impedido alcanzar su máximo potencial en el
contexto empresarial. Sin embargo, a lo largo de los años, hemos sido testigos de
un cambio significativo en la mentalidad colectiva y estructuras
empresariales, permitiendo un mayor empoderamiento y participación de las
mujeres en todos los niveles del ámbito de los negocios.
En la
Cámara de Comercio de Casanare CCC, 8 de 9 miembros de la junta directiva son
mujeres, el 100% de las vicepresidencias de la entidad son lideradas por
mujeres y en general, el 84% del talento humano de esta organización, es
talento femenino. La presencia de mujeres en posiciones de liderazgo y toma de
decisiones ha demostrado ser beneficiosa en muchos aspectos para esta entidad
mercantil. Sin dudarlo, las mujeres CCC aportan una perspectiva única, basada en su
experiencia de vida y enfoque diferenciado, lo cual enriquece la diversidad de
ideas y fomenta la innovación. La diversidad de
género en los equipos directivos no solo promueve una cultura empresarial más
inclusiva, sino que también ha demostrado tener un impacto positivo en los
resultados financieros y la sostenibilidad a largo plazo de las empresas.
Además, las mujeres empresarias han demostrado ser agentes clave en la generación de empleo y en el impulso económico de nuestras sociedades. Con su determinación, habilidades y capacidad para asumir riesgos, han logrado establecer y hacer crecer empresas exitosas en diversos sectores. Al emprender, las mujeres no solo contribuyen a su propio desarrollo y el de sus familias, sino que también generan oportunidades para otros y contribuyen al crecimiento económico en general.
Vale la pena resaltar algunas cifras sobre la participación del género femenino en los programas de desarrollo empresarial de la Cámara de Comercio de Casanare:
- En Emprendedores 4.0 participan 567 emprendedores, 69% corresponde al género femenino.
- En el sistema de incubación y aceleración empresarial, Sinergia, están participando este año 263 personas de 17 municipios del departamento, el 62% de estas son mujeres.
- En el programa clúster de turismo, participan 110 empresas, de las cuales el 60% son lideradas por mujeres.
- En el programa, Plan ecommerce, actualmente se encuentran vinculadas 263 mipymes, 71% de estas lideradas por el género femenino.
- En el clúster de ganadería sostenible, integrados por 70 ganaderos, se cuenta con una participación de 32% de mujeres.
- En el programa Clúster de salud, que agrupa a 70 empresas, se encuentra que el 63% de estas son dirigidas por mujeres.
- En el clúster de soporte competitivo, que opera alrededor de la industria petrolera, dominada en términos laborales por hombres, se halló que el 30% de las empresas de la iniciativa clúster las conducen mujeres.
- En el programa con enfoque de género, EMMA, participan 556 mujeres de 15 municipios del departamento.
Sin
embargo, a pesar de los avances logrados, todavía enfrentamos desafíos en la
igualdad de oportunidades para las mujeres en el mundo de los negocios. La
brecha salarial, los sesgos inconscientes y la falta de representación en
puestos de liderazgo son solo algunos de los obstáculos que persisten.
Reconocer y promover el papel de la mujer en el mundo de los negocios no solo es un imperativo moral, sino también una estrategia inteligente para el éxito empresarial y el crecimiento económico sostenible. Las mujeres aportan una diversidad de talentos, habilidades y perspectivas que enriquecen a nuestras empresas y comunidades. Debemos continuar demoliendo barreras y fomentando la igualdad de oportunidades, para que las futuras generaciones de mujeres, las de nuestras hijas y nietas, encuentren un mundo económico, político, cultural y social, más equitativo y lleno de posibilidades.
Debemos seguir apoyando y promoviendo el empoderamiento de las mujeres de Casanare en los negocios, reconociendo y valorando su contribución vital.
Juntos, hombres y
mujeres, podemos construir un futuro en el que el talento y el potencial de
cada persona sean reconocidos y aprovechados plenamente.
Como
afirma Rigoberta Menchú Tum[1]:
“este mundo no va a cambiar a menos que estemos dispuestos a cambiar nosotros mismos”.
[1]
Líder
indígena y activista guatemalteca, miembro del grupo maya quiché, defensora de
los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del
Premio Nobel de la Paz y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación
Internacional.
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