Empresas “buena papa”
Desde finales del siglo anterior se viene hablando de la importancia del
papel de las empresas en el desarrollo de un país y su impacto, a través de
buenas prácticas, en la eliminación de la pobreza, la disminución del
calentamiento global y de la desigualdad social. Frente a esto, el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, afirma: “el sector privado puede
mitigar la pobreza al contribuir al crecimiento económico, la creación de
empleo y los ingresos de los pobres. También puede potenciar la capacidad de
los pobres mediante una amplia oferta de productos y servicios a precios
inferiores”.
Revitalizar el aporte del empresariado al progreso de Colombia es fundamental, especialmente en este momento de intensa conflictividad social. Una figura institucional que permite desarrollar dicho papel es el de las empresas de beneficio e interés colectivo BIC, conocidas también como empresas con propósito. Desde la perspectiva de este tipo de empresas, el actuar de las mismas va más allá de la generación de empleos y del pago de impuestos. Así, la operación de estas contempla no solo beneficios para los accionistas sino también para sus stakeholders y de manera más amplia para el interés colectivo. Es decir, desde su actuar se crea no solo valor económico sino también social y ambiental.
De acuerdo con su definición, las sociedades BIC son aquellas empresas colombianas configuradas como sociedades de naturaleza comercial, que voluntariamente se proponen combinar las ventajas de su actividad comercial y económica con acciones concretas para propender por el bienestar de sus trabajadores, aportar a la equidad social del país y contribuir a la protección del medio ambiente. De acuerdo con el decreto 2046 de 2019, las buenas prácticas en dimensiones como: modelo de negocio, gobierno corporativo, prácticas laborales, prácticas ambientales y prácticas con la comunidad, son las que caracterizan a las empresas BIC del resto de empresas.
En cuanto a las buenas prácticas en lo relacionado con el modelo de negocio, las empresas BIC compran bienes o contratan los servicios que requieren con empresas que pertenecen a sus territorios o que pertenecen a mujeres y minorías, y con aquellas que implementan normas equitativas y ambientales. En esta línea, son promotoras del desarrollo económico local pues brindan la posibilidad al tejido empresarial local de “conectarse”, en términos de proveeduría de bienes y servicios, a estas y contribuyen a la generación de capacidades en el empresariado local. También implementan prácticas de comercio justo y promueven programas para que los proveedores se conviertan en dueños colectivos de la sociedad, con el fin de ayudar a estos para salir de la pobreza. Una empresa con propósito es "buena papa" con los empresarios de su región, pues comprende que si los negocios de su territorio crecen, con su apoyo, este también lo hará y las condiciones de calidad de vida de sus habitantes mejorarán.
Las empresas BIC son también transparentes en la administración de la información, la dan a conocer a sus empleados, logran que sus equipos apropien su cultura organizacional, comunican las expectativas que la sociedad tiene sobre su negocio y son muy incluyentes en la conformación de sus juntas directivas, equipos directivos, ejecutivos y proveedores.
En cuanto a prácticas laborales, las empresas BIC tienen una remuneración salarial razonable, programas de apoyo para capacitar y desarrollar a sus trabajadores, facilitan la realización de las labores a través de teletrabajo sin afectar salarios, promueven planes de salud y bienestar que buscan equilibrar la vida laboral y personal, e inclusive brindan la posibilidad a sus colabores de participar en la matriz accionaria de la empresa. Estas sociedades son "buena papa" con su equipo humano, pues entienden que es este el que permite construir, crecer y hacer más competitivo el negocio.
Las buenas prácticas ambientales hacen parte del abanico de acciones de las empresas BIC. Estas se preocupan por utilizar eficientemente sus recursos, promueven el uso de energías alternativas, así como acciones de economía circular en sus procesos y fomentan medios de transporte ambientalmente sostenibles. Además, impregnan de esta "filosofía" a sus públicos de interés y a todos los miembros de su equipo. Una sociedad BIC, es también, a través de su ejemplo, "buena papa" con el medio ambiente.
También son muy buenas vecinas. Priorizan en sus ofertas laborales a la población con escasas oportunidades como jóvenes, mujeres cabeza de hogar, individuos sin hogar, reinsertados o personas que estuvieron privadas de la libertad. Estas sociedades trabajan en causas sociales en alianzas con fundaciones y voluntariados para mejorar la condición de vida de las poblaciones menos favorecidas.
Según la normatividad, una sociedad al transformase a BIC aprovecha incentivos tributarios, acceso preferencial a líneas de crédito y tarifas especiales de servicios que se han creado para estas empresas. Aunque, en términos generales, su mayor motivación debe ser la de que a través de sus buenas prácticas se impacte positivamente su entorno y la vida, tanto de sus trabajadores como las de quienes conforman sus públicos de interés. Todas estas son razones más que suficientes para que muchas empresas hagan la transición de sociedad tradicional hacía una con propósito que genere cambios positivos en las diferentes facetas de la vida de su comunidad.
Que bien por las bic, son buenas opciones que se piense más en impactar positivamente los entornos
ResponderBorrarComo postulo mi empresa para convertirse en una empresa BIC
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