¡Reactivación y transformación, transformación y reactivación!
El
2020 ha sido un año lleno de enormes desafíos y aprendizajes. Nadie esperaba lo
que sucedió. Ninguna de las firmas de mayor renombre mundial (privadas,
públicas o multilaterales), logró pronosticar, como riesgo real, una pandemia
consecuencia de un virus, ni mucho menos los estragos derivados de tan nefasto panorama.
Narra
la historia que cada cien años la humanidad se enfrenta a un momento en el que una
pandemia es la protagonista de los principales sucesos de la sociedad. Cada uno
de estos momentos fue completamente diferente y encontró a la especie humana “preparada”
de diferentes formas para enfrentar este adverso escenario que ocasiona un sin
número de impactos negativos y positivos.
La
pandemia del Covid19, para fortunio nuestro, encuentra a la humanidad con
mayores herramientas para enfrentarla. Varias de ellas están apoyadas en los recientes,
pero acelerados avances de las diferentes formas tecnológicas. Los últimos progresos
en esta materia permiten que algunas de las facetas sociales y económicas de
las personas puedan desenvolverse de manera no presencial y/o apoyadas en
desarrollos tecnológicos.
El
cambio asociado con la aplicación de tecnologías digitales en todos los
aspectos de la sociedad humana es lo que se conoce como transformación digital.
Es común, en la actualidad, hablar de tele-consultas cuando se trata de
“visitar” al médico. Es también común hablar de entrar al link, o al zoom de la
clase, cuando se habla de asistir al colegio o a la universidad. De hecho, los
procesos formativos de niños y jóvenes colombianos, en diferentes niveles, se vienen
soportando en diferentes aplicaciones tecnológica, unas más especializadas que
otras, pero suscritos a la modalidad virtual. Igualmente, debido al
confinamiento, el trabajo en casa, así como el teletrabajo, empezaron a ser
parte de la cotidianidad y de una nueva expresión: la nueva normalidad.
En otro asunto fundamental, especialmente para los aspectos económicos de la sociedad, las tecnologías facilitan la operación y el desarrollo de negocios. Durante la pandemia algunos de estos han avanzado mucho más que otros. No es fácil descifrar las señales de un entorno económico pleno de vicisitudes. Las empresas que progresan son aquellas que lograron la implementación de procesos de transformación digital. De esta forma, muchas compañías no solo han podido operar, sino que han logrado crecer y hacer, en medio de las contrarias circunstancias, enormes aportes a la prosperidad del departamento de Casanare.
Dentro
del abanico de alternativas que utilizaron los empresarios, de casi todos los
sectores, para potencializar sus capacidades y conseguir sobrellevar la difícil
situación económica de este año, se encuentran, por ejemplo: la introducción de
pedidos en línea y el incremento de la presencia en redes sociales de los
negocios, la habilitación para comprar en línea y directamente a través de las
redes sociales, la creación de canales especializados de venta, el despliegue
de estrategias de marketing digital más agresivas, pero al mismo tiempo más
inspiradoras y con una mayor nivel de conexión con los consumidores.
Igualmente, un uso óptimo y adecuado de los datos digitales, la tecnología y técnicas
de marketing determinados ayudaron a que el desempeño en ventas fuera mejor de
lo esperado en el presente. Inclusive, existen desarrollos tecnológicos para que
en las organizaciones se puedan administrar o gestionar los protocolos de bioseguridad
y de esta manera los riesgos derivados del Covid19. Riskman[1], proyecto exitoso de la
empresa casanareña Sofu, es un excelente ejemplo de lo que se comenta.
Todas
estas acciones se enmarcan dentro de lo que se conoce como transformación
digital empresarial, que no es otra cosa que la incorporación de un sin número
de tecnologías, ya existentes, al ambiente de los negocios. La Cámara de
Comercio de Casanare, precisamente por las demandas y dinámicas exigencias del
entorno económico, desplegó una serie de iniciativas orientadas a fortalecer
los procesos de transformación digital de los empresarios de este departamento.
Se enmarcan dentro de estas iniciativas la implementación
de cerca de 600 tiendas virtuales y 180 plataformas web, con botón de pago, para
facilitar tanto los procesos de comercialización como los pagos en línea de
aquellos productos tranzados a través de estos mecanismos. Así mismo, se ejecutaron
iniciativas como Plan ecommerce, el Reto5-20 con sentido social, Conexión tendero
y Activa Casanare. Estas iniciativas permitieron que cerca de 500 comerciantes
y empresarios pudieran mejorar en forma significativa sus ventas durante el periodo
de mayor confinamiento.
Sinergia digital, la apuesta departamental del ecosistema de emprendimiento por el desarrollo empresarial, facilitó que 1.463 empresarios y comerciantes asistieran a foros, talleres y conferencias que hacían parte de este programa y que 262 emprendedores accedieran a todos los beneficios del programa durante su ejecución.
Además, se realizó un intenso programa de formación en marketing digital, fotografía, uso de herramientas y aplicaciones tecnológicas para mejorar la gestión de empresas. También se realizaron capacitaciones orientadas a la creación de destrezas en programación y desarrollo de aplicaciones, entre otras actividades similares que permitieron que 2.104 colaboradores de las empresas locales adquirieran habilidades en esto tópicos.
El
confinamiento nos ha enseñado y nos ha llevado a entender que debemos
incorporar la tecnología en todas las dimensiones de nuestras vidas. En los
negocios la urgencia es aún mayor. La competencia no da espera. El hecho de que
las ventas digitales hayan pasado del 3% al 10% de las ventas nacionales totales,
durante el presente año, implica que el proceso de transformación digital que
las empresas deben emprender es inaplazable.
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