Resilencia
Casanare experimentó, durante el periodo 2014 al 2017, uno de los momentos más difíciles de su historia en términos económicos. Después de siete años de extraordinarias cifras económicas, consecuencia de una larga continuidad de buenos precios del petróleo, el departamento presentó tasas de crecimiento negativo en varios sectores, entre 2014 y 2016, que llegaron a superar inclusive el 20 %. Este nocivo comportamiento generó una situación de incertidumbre y pesimismo en toda la población. Las consecuencias nocivas derivadas del decrecimiento brotaron casi de inmediato: los proyectos de construcción orientados a fines residenciales, comerciales y de servicios se hicieron inviables en términos de mercado y financieros. Paralelamente este sector se deprimió de forma considerable. Los negocios conexos a la actividad petrolera disminuyeron drásticamente. Por ejemplo, en la hotelería se evidenció una reducción estrepitosa de la ocupación hotelera que pasó del 70 % al 27 % en unos po...